Voy a empezar mi colaboración en esta sección del foro con una "receta" que a mi me la descubrió en mi juventud un cazador mayor, de esos recios, avejentados y escurridos cómo un sarmiento y que, tras investigar años después un poco, descubrí que tiene origen cuanto menos romano y que ya el afamado Lúculo se preciaba de servir en sus banquetes aves de caza cocinadas así.
El sistema es asombrosamente simple pero elaborado:
Preparase un buen fuego y, mientras se van haciendo las brasas, se toma el o las aves a cocinar TAL CUAL, con todas sus plumas, se les hace un corte en el gañote y otro en la cloaca y, valiéndose de una varita introducida por esta última, que se gira y enrolla en las tripas, se destripan.
Se lavan por dentro, se les mete alguna ramita de romero o tomillo (si se hacen en casa o no de forma improvisada en pleno campo cómo fue aquello, las especias o frutas que se deseen: pimienta y limón por ejemplo) y ahora se procede a la parte "delicada" (a los críos les encanta):
Se pasta barro, bastante fino y, a contra pluma, se embadurna bien el ave.
Se pasta barro más espeso y se sigue embadurnando y así una y otra vez con barro cada vez más espeso y siempre a contrapluma, asegurándonos de que el barro envuelve las plumas por completo y las deja "encrespadas" hasta hacer en torno al ave una capa de un dedo o dos de espesor.
Luego esa "pella" de barro se pone en las brasas y se recubre de estas y se deja cocer
Cuando se vea cocida o se agriete (o entre una y dos horas, depende del grueso de la capa de barro y del tamaño del ave) se saca de las brasas rodándola fuera ayudados de un palo o dos adecuadamente recios, se la deja enfriar un poco para poder manipularla con comodidad, se quiebra la cubierta externa de barro y se desprende ya desplumada del interior un ave perfectamente asada en su jugo
Que aproveche
Edito y añado:
Obviamente se puede cocinar cualquier cosa así, especialmente si su piel no se va a consumir: carnes, pescados, etc...