En líneas generales estoy de acuerdo contigo, pero por los próximos cuatro o cinco años donde esté un libro de verdad estará un cuaderno de colorear...
Y si encima tiene arcos y cosas chupiguais, estará un cuaderno de colorear que llama la atención.
No hablemos de los cómics y los libros de Luis Royo que ya estoy considerando guardarlos en una cápsula de tiempo.